miércoles, 28 de abril de 2010

Balloon flies, you're free to hate me or understand me!


"ES TAN PERFECTO QUE ASUSTA, PORQUE NUNCA ES JUSTA LA FELICIDAD" Cjs



En ciertas ocasiones las palabras vuelan de nuestras mentes con la misma facilidad que un globo de helio se aleja de la mano de una niña distraída jugando en plaza moreno, pero en otras parecieran enredarse formando nudos en la garganta, tsunamis en los ojos y terremotos con el mayor grado en la escala Richter en las manos.

El animo predomina sobre la materia gris que habita en nuestro cerebro, las hormonas se apoderan de nuestra racionalidad y perdemos el control de nuestra idoneidad.

Tarea cotidiana que siempre resulta simple, ágil y liberadora se vuelve una tortura, una cruz que pesa y uno se siente auto defraudado.

¿Por que hoy me cuesta tanto?

Simple, la respuesta esta en uno mismo.

Cabe aclarar que la frase recién citada no pretende caer en el cliché popularmente conocido, sino introducir a esto que hace días intento escribir y no quiere salir.

Cuando uno hace deporte, ríe, come chocolate, toma café o goza un orgasmo (entre otras actividades) el cuerpo secreta unas hormonas llamadas Endorfinas, mas conocidas como la hormona de felicidad, cuando estas se elevan el cuerpo elimina situaciones de estrés y dolor. Estas hormonas representan una verdadera conducción a la felicidad, el placer y el alivio actuando de manera similar a los opiáceos.

Cuando el cuerpo carece de la producción endorfinica (permítanme el atrevimiento de inventar esta palabra) uno se siente sin ganas, todo lo ve triste y siente el peso del stress sobre su espalda como una pesada mochila.

Quizás por estos días mi rebelde organismo haya declarado una anarquía hormonal y mi sangre se haya helado una vez más.

La vida te zamarrea y a los golpes se hacen los hombres, decían a orillas del Río de La Plata viejos tangueros, quizás hoy la regla valga para el genero femenino también y mi yo se acostumbro a ese personaje que solía imitar solo para generar irritación ajena.

Puede ser que me comí el personaje sin haberme percatado.

La cuestión es que las endorfinas me abandonaron y el coraje también. Creo poder pero tambaleo. Aseguro, afirmo mientras titubeo. Busco respuestas claras que hace tiempo tengo en mente, y no me animo a afrontarlas. Puede perder mucho más de lo que creo y debe ser por eso que jamás me gusto apostar.

La incertidumbre me desvela y pronto debo ejecutar un plan. De la A a la Z pensé dos planes por letras pero uno es más insignificante que el otro.

Será cuestión de respirar hondo y vomitar, que las palabras como puedan vayan patinando hasta convertirse en globos de helio prontos a estallar. No van a llegar a acariciar las nubes, un rosedal los espera en el camino, ellos ilusos y confiados vuelan al sol, pero lejos no van a llegar. La pequeña niña los ve alejarse adentrándose en el oscuro cielo con el nudo en la garganta porque sabe su cruel final, pero esta segura que al fin y al cabo era la mejor decisión, de todos modos algún día el helio iba a escapar y el globo se terminaría por desinflar.

miércoles, 7 de abril de 2010

Desde los afectos...


¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo.

Que nadie establece normas salvo la vida.

Que la vida sin ciertas normas pierde forma.

Que la forma no se pierde con abrirnos.

Que abrirnos no es amar indiscriminadamente.

Que no está prohibido amar.

Que también se puede odiar.

Que el odio y el amor son afectos.

Que la agresión porque sí, hiere mucho.

Que las heridas se cierran.

Que las puertas no deben cerrarse.

Que la mayor puerta es el afecto.

Que los afectos nos definen.

Que definirse no es remar contra la corriente.

Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja.

Que buscar un equilibrio no implica ser tibio.

Que negar palabras implica abrir distancias.

Que encontrarse es muy hermoso.

Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida.

Que la vida parte del sexo.

Que el "por qué" de los niños tiene un por qué.

Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad.

Que saber todo de todos es curiosidad malsana.

Que nunca está de más agradecer.

Que la autodeterminación no es hacer las cosas sólo.

Que nadie quiere estar sólo.

Que para no estar sólo hay que dar.

Que para dar debimos recibir antes.

Que para que nos den también hay que saber cómo pedir.

Que saber pedir no es regalarse.

Que regalarse es en definitiva no quererse.

Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos.

Que para que alguien sea hay que ayudarlo.

Que ayudar es poder alentar y apoyar.

Que adular no es ayudar.

Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.

Que las cosas cara a cara son honestas.

Que nadie es honesto porque no roba.

Que el que roba no es ladrón por placer.

Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo.

Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte.

Que se puede estar muerto en vida.

Que se siente con el cuerpo y la mente.

Que con los oídos se escucha.

Que cuesta ser sensible y no herirse.

Que herirse no es desangrarse.

Que para no ser heridos levantamos muros.

Que quien siembra muros no recoge nada.

Que casi todos somos albañiles de muros.

Que sería mejor construir puentes.

Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve.

Que volver no implica retroceder.

Que retroceder también puede ser avanzar.

Que no por mucho avanzar se amanece cerca del sol.

Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida.


(Grande, Mario Benedetti)