Silencio Estampa, gritos que estallan

Te cambia el cuerpo, lo pequeño se hace grande, te adentras en mundos que solías admirar desde abajo, descubrís sensaciones y estados que parecen no pertenecer a este cuerpo. Tu humor varía según la frecuencia con la que respiras y CASI todo te cae mal.
Crees pertenecer y eso te da derecho a saber, crees que sabes y te crees con derecho de ser el dueño de la razón. No escuchas, gritas, peleas, refunfuñas, te encerras en vos y cuando reaccionas no te da el orgullo para dar marcha atrás.
Me querés, yo también. Nunca te lo digo, poco te lo demuestro, pero me entendes, sos igual.
Sos otra persona, tenes tus defectos y tus virtudes, aunque intentas copiar ambos de los míos, me enervo de furia y en el fondo me siento orgullosa. Odio que intentes ser como yo, y sin embargo quiero que hagas las cosas que te digo, para que te parezcas a mí. Intento sacarte buena, y siempre llegamos al choque. Venimos las dos a doscientos por hora, así que imagínate el impacto de la pelea. Son pocas las cosas para las que coincidimos, pero la pasamos tan bien cuando conectamos en esos milagrosos momentos, que valen mucho más la pena de lo que te imaginas.
Hay tantas cosas que quiero que aprendas y no querés escuchar, hay tantas cosas que quiero que veas que no tenes ganas de mirar…que a veces me dan ganas de bajar los brazos.
Tenes una personalidad testaruda, contestas mal y nunca te importa nada. Para vos siempre esta todo bien y vivís con cara de culo (igual que yo, no me sorprende).
Ya no sos mas esa cosita que quería matar con la almohada en su cuna, ya sos una persona, casi adulta, que piensa siente vive y se maneja casi como quiere. Me siento vieja, me siento más protestota, me siento tu madre. Quiero cuidarte, protegerte…te veo tan frágil, siento que yo era tan distinta a tu edad, que no quiero que pases nada de nada por lo feo que tuve que pasar; y me meto y opino y digo no lo dejes, y me odias porque soy una mete púa. Me preocupas, me haces llorar a la noche en silencio, me enorgulleces porque tenes cada salida mágica, cada acto de amor inesperado, cada arranque que no parece adolescente que me llenas el pecho de admiración.
Quiero decirte hoy con esto, que no hay peleas, puteada ni odio que opaque ese cable de energía TAN fuerte que conecta nuestro amor. Se que vos también, como yo, te morís miles de veces por un abrazo fuerte y un te quiero, y ninguno se anima a estirar los brazos.
Estoy agradecida a la fuerza cósmica a la cual equivalga mi agradecimiento de tener hermanos como ustedes, y hoy no se porque tengo mas ganas que nunca de decirle que los amo, que por ustedes doy la vida y mas también, que los extraño y lloro cuando no están, y que me cuesta horrores hacer cosas sin querer hacerlas con ustedes. Gracias por alimentar mis días con todos sus Pro y su contra.
Siempre voy a estar, para cualquier cosa que necesiten y sin más…Los amo!


Para Enzo y Lucia, que tácitamente deberían saber todo esto!